miércoles, 5 de mayo de 2010

Una experiencia inolvidable


Bueno, les cuento que durante tres semanas participé de un Techo para mi país construyendo mediaguas en el sur de Chile (centro-sur para ser exactos) en las vii Región (en el interior de un pueblo llamado Hualañé) y en la viii región (Portezuelo y en el interior de Curepto, La Estancilla ), también visité La pesca, Ilota y todo el sector más afectado por el terremoto y post-maremoto.

Les quiero contar que en toda mi vida he conocido pocas experiencias (en realidad ninguna) tan gratas para nuestra mente; esa sonrisa de agradecimiento, ese abrazo de felicidad, esa cena fabulosa que la gente afectada nos regala es mucho más gratificante que un millón de dólares (bueno, nose si tanto JAJAJA).

Otra de las cosas que son muy especiales, es la gente que uno conoce, gente que de algún modo tienen intenciones de entregar parte de sí para constribuir a la felicidad de gente con pocas esperanzas, gente que sacrifica parte de su tiempo, energía y entusiasmo para poder entregarle una o dos casas a personas que las perdieron; pero estoy seguro también que (como lo mencioné antes) la sonrisa y el agradecimiento ajeno se vuelven tan adictivos que a pesar de todo el esfuerzo y post-cansancio uno se anima y motiva y lo hace con mucho gusto y sin pistolas en la cabeza de volver el próximo finde por la misma razón.

Ahora bien, al re-leer el post pienso "soy un adicto a los halagaos, esoty allá sólo para que me digan GRACIAS" y realmente no es así JAJAJAJAJA hay cosas que van más allá, cosas que no puedo explicar claramente escribiendo, pero lo intentaré:

1. Tenemos el lado diversión: Por lo menos yo intento divertirme siempre (aunque no puedo hacerlo SIEMPRE JAJAJA) y en esta ocasión me divertí muchísimo bromeando con la gente que compartía mi experiencia, entre sados, algunas copas :), chistes, salidas nocturnas con cuentos de terror JAJAJA, etc....

2. El conocer: El hecho de conocer un lugar nuevo, pueblos en los que vive gente muy diferente, conocer paisajes hermosos (aunque sean puro pino y alerce), pueblos bellísimos azotados por la madre tierra y por sobretodo conocer otras realidades de la vida, definitivamente te emociona y te motiva.

3. El hacer el bien: Estamos hechos para sentirnos bien cuando sentimos que hacemos bien al prójimo; sí, tengo la certeza de que es así, tengo la certeza que sin importar el halago en palabra, la sonrisa grata y la comida exuberante en agradecimiento, nos sentimos bien por solo el hecho de saber que esa familia tiene una nueva casa, un nuevo hogar, UNA NUEVA VIDA.

4. Aprender: El hecho de aprender siempre te mantiene vivo, incluso me atrevo a decir que quedamos muertos en vida en el momento en que dejamos de aprender, aprender nos da sentido y motivos, nos da el porqué de la vida, la razón de vivir y en esta experiencia aprendes a construir una casa, aprendes a ser solidarios, aprendes a dar sin recibir, aprendes de la vida, aprendes que no todos tienen la suerte que tienes tú, aprendes a valorar más tus cosas, aprendes que cuando te despidieron el mes pasado no era el fin del mundo que habían cosas peores, como por ejemplo perder la casa y no poder entregar calor a tu hijo, perder a tu hijo e incluso muchos que quedaron con sólo 12 años (o menos) totalmente solos en este mundo.

APRENDES A NO PENSAR SOLAMENTE EN TI, APRENDES A PENSAR EN OTRA GENTE, PERO NUNCA PENSAR POR ELLOS, HAY UNA GRAN DIFERENCIA.

Bueno chicos, espero lean esto y no solo se queden con lo que les cuento, sino también se aventuren, ARRIEGUENSE a dar por lo menos un sábado y domingo a estas familias y quizás sólo quizás deseen volver, piénsenlo.

un abrazo y mucha suerte!!.....

nos vemos en la cima!!